La mansión perteneció durante siglos a la aristocrática familia Cartwright, muy parecida al estereotipo que muestra la serie Downtown Abbey. Pero recientemente cambió de manos y de un modo completamente radical.
James Perkins empezó a hacer mucho dinero a principios de los 90, cuando armó el grupo Fantazia, que organiza masivas raves y festivales de música electrónica. Con esa fortuna compró Aynhoe Park en 2006.
Si bien conservó la fachada y la estructura original, la decoró a su gusto. Uno muy difícil de clasificar, porque hace convivir lo incompatible: estatuas grecorromanas se agolpan al lado de animales disecados, y candelabros y muebles de estilo clásico aparecen al lado de sillas futuristas.
Los animales son la obsesión de Perkins. Entre otras curiosidades, tiene unicornios, gaviotas con sombreros, leones con coronas y osos polares con anteojos.
Algunas de las 39 habitaciones del palacio parecen depósitos por la inusitada cantidad de objetos que ostentan, caóticamente exhibidos. Sobre todo porque uno de los elementos decorativos dilectos del propietarios son las pilas de maletas, que están presentes en muchos de los ambientes.